MWCC ha estado presente en la inauguración de 6.3 hectáreas del proyecto “Bosque Metropolitano”, celebrada el Día Internacional de los Bosques.

Al acto han acudido la Vicealcaldesa de la ciudad de Madrid, el Delegado del Área de Desarrollo Urbano, junto con los concejales del resto de grupos políticos del Ayuntamiento de Madrid.

La parcela inaugurada, se localiza en avenida del Talgo, en el distrito de Moncloa-Aravaca, el cual forma parte del Bosque Metropolitano, la mayor infraestructura verde que se está construyendo en Europa.

Esta parcela junto con la zona de Campo de las Naciones, donde se encuentra el Bosque de los Abrazos Perdidos en memoria de las víctimas de la COVID-19, permitirá a los ciudadanos contar con 16,1 hectáreas nuevas de bosque, en las que crecerán más de 6.600 árboles y más de 39.600 ejemplares arbustivos.

En la actualidad, en el distrito de Villaverde, se está desarrollando la fase III de las obras del Bosque Metropolitano que incluye esta la construcción de una innovadora pista de atletismo, homologada por la federación y que contará con ocho carriles en su interior que recorrerán todo el trazado longitudinal de la misma, así como con una zona especial para la práctica de los 100 y 110 metros lisos y con un ancho total de la pista de 9,76 metros.

Además, para facilitar la evacuación de las aguas pluviales sobre la pista, se le dará una pendiente del 1 % hacia el interior, de manera que estas aguas se viertan a una cuneta verde proyectada para este fin.

Esta infraestructura verde es un espacio forestal y también urbano que permite a los madrileños no tener que desplazarse de la ciudad para encontrarse con la naturaleza mientras practican deporte. Es una apuesta también por el reequilibrio territorial, generando un nuevo nodo verde en Villaverde, que se unirá con el parque forestal Julio Alguacil Gómez.

El Bosque Metropolitano, una realidad

El Bosque Metropolitano es un anillo forestal de 75 kilómetros que bordeará la ciudad, estableciendo la conexión con espacios verdes existentes y restaurando ecológicamente áreas degradadas mediante la plantación de especies forestales autóctonas. Se trata de un proyecto de ciudad a largo plazo en el que se plantarán más de un millón de árboles y que tendrá el potencial de absorber 170.000 toneladas de CO2.

Las ventajas de este bosque son su capacidad para mejorar la calidad del aire, mitigar el efecto isla de calor, preparar a la ciudad para que esté mejor adaptada al cambio climático, conservar la biodiversidad y ofrecer alternativas de ocio saludable, entre otras.