MWCC ha publicado el informe “ranking mundial de calidad de vida de las ciudades”.  De acuerdo con los datos del Banco Mundial, en 2008 por primera vez la población urbana supero a la población rural a nivel global. En 2022 representaba ya el 56%, con una previsión de que en 2050 alcance el 66%. En el caso de la Unión Europea, la población urbana supone el 75% del total.

Las ciudades actúan como centros de atracción de población, inversión y empresas. Diferentes estudios han establecido una correlación positiva entre densidad de población y crecimiento económico.  Esto se debe a que las aglomeraciones de población incrementan la productividad debido a distintos factores como la proximidad de empresas, una oferta laboral amplia adaptada a las necesidades de la demanda, mercados con mayor profundidad o la concentración de servicios. Además, las aglomeraciones urbanas permiten la prestación de un mayor número de servicios públicos con unos costes marginales decrecientes.

Las grandes metrópolis ofrecen más oportunidades laborales y empresariales, pero también generan problemas difíciles de resolver.

Es cierto que, en términos económicos, existe una correlación positiva entre productividad y crecimiento, pero esta no es infinita y una vez alcanzado el máximo los rendimientos comienzan a descender afectando a las rentas que recibe la población. Además, los excesos de aglomeración provocan la aparición de deseconomías que redundan en la calidad de vida de sus habitantes como son el incremento

del precio de la vivienda, de los tiempos en los desplazamientos, de los niveles de contaminación, así como de la rivalidad para acceder a gran parte de los bienes y servicios públicos, siendo el ejemplo más claro la congestión de infraestructuras o de los servicios de transporte.

Estos problemas tienden a derivar en un incremento de las desigualdades socioeconómicas en la población lo que repercute en unas tasas de delincuencia más altas y una caída en los niveles de seguridad.

Todos estos elementos, junto con la aparición de las nuevas tecnologías y la posibilidad, cada vez más extendida, de teletrabajo son factores que los economistas consideran al analizar la situación actual de las ciudades y cuál será su evolución.

Madrid, dentro del listado aparece en la posición 8.  La capital de España es la primera metrópoli a nivel mundial que sobresale por la calidad de sus servicios sanitarios y la seguridad; además, a pesar de su tamaño, los tiempos de desplazamientos son más reducidos que en ciudades de menor tamaño, al igual que los problemas medio ambientales.

Os invitamos a analizar el informe haciendo click aquí.